jueves, 25 de noviembre de 2010

EL CAPOTE .




Akaki Akakievich es un hombre gris, anodino y solitario que cumple religiosamente con sus horas laborales como modesto funcionario en la jerarquizada administración estatal de la Rusia zarista. Exento de ambición por trepar en el escalafón ministerial, es el objeto de burla preferido de sus compañeros de trabajo. Sin embargo, es precisamente en su trabajo de copista, monótono y gris como él, donde encuentra refugio para contrarrestar su entorno hostil. En la copia con esmero y amor de esos papeles ajenos encuentra su felicidad:

" Allí, copiando documentos, se abría ante él un mundo más pintoresco y placentero. En su cara se reflejaba el gozo que experimentaba. Algunas letras eran sus favoritas y cuando daba con ellas estaba como fuera de sí: sonreía, parpadeaba y se ayudaba con los labios, de manera que resultaba hasta posible leer en su rostro cada letra que trazaba la pluma".

Los días calmos, idénticos los unos a los otros, como las letras que una a una copia con delectación , se suceden interminablemente. Y así hubiera sido hasta el final de su vida, a no ser por la irrupción de un suceso inesperado; su viejo y remendado abrigo no puede recibir un nuevo remiendo y la compra de un nuevo abrigo se hace inevitable. Este hecho, aparentemente intrasdencente, se convierte en todo un problema para la ajustada vida de Akaki. Su sueldo es muy exiguo y la compra de un nuevo abrigo es un lujo que no puede permitirse. Sin embargo comprende que sin el abrigo no podrá soportar el riguroso clima peterburgués. Superado el pánico inicial, decide encarar el problema y se somete a una estricta administración de sus bienes. Quitando un poco de aquí, y otro poco de allá, en cuestión de un año podrá reunir la cantidad necesaria. De esta situación desesparada nace poco a poco en el espíritu de Akaki un sentimiento hasta ahora inexistente en su vida; la ilusión por alcanzar un objetivo y con ello la vitalidad y la esperanza. Luchando por solucionar el problema del abrigo se encuentra con una vía de escape a su gris existencia. Finalmente consigue su nuevo abrigo. Una nueva vida se abre para él. Incluso nota como sus compañeros de trabajo le tratan de manera diferente, más cordial y amigable.

Pero poco tiempo le concederá su destino para disfrutar de su abrigo. Una noche oscura, a la vuelta de una cena con sus compañeros de trabajo dos ladrones le robarán el abrigo y con ello ese sentimiento de vida que este le había insuflado. Apenado, delirando por la fiebre morirá sin haber podido disfrutar de ese magnífico abrigo que hizo despertar en él algo que hasta ahora no conocía; su orgullo.

Así acaba la vida de Akaki Akakievich, pero no así el relato. Gógol parece no contentarse con el desventurado destino de su personaje y decide compensarle de algún modo por la mala vida que él como creador le ha dado. Poco después de su fallecimiento, entre los ciudadanos de San Petersburgo se extiende un inquietante rumor. Hay gente que afirma haber visto a un fantasma que se dedica a robar abrigos a la gente....

Escrito en 1842, el mismo año en el que se publicó Almas Muertas, la obra más famosa de Gógol (1809 - 1852), El capote es una de las composiciones más universales de la literatura rusa. Leída ciento sesenta años después, el lector comprende como cercanas a su mundo muchas de las ideas que Gógol nos quiere mostrar a través de la metáfora del abrigo. Es probable que al lector actual no le sea ajeno el peso que ejerce sobre nosotros la burocratización y la jerarquización del Estado y el sistema económico, al igual que tampoco le será ajena esa tendencia del hombre fuerte por humillar y apartar al débil.

Con su célebre frase "Todos venimos de El capote de Gógol" Dostoievski reconocía la deuda contraída por él mismo y por los escritores de su generación con Gógol, remarcando el papel moderno y precursor de la literatura del autor de El interventor, Taras Bulba, Almas Muertas o los relatos La nariz o El retrato, a través de la que rompió definitivamente con el Romanticismo, abriendo paso, sin adoptarlo totalmente, a la corriente realista encarnada por la siguiente generación.

viernes, 12 de noviembre de 2010

LA CLAUSULA DRAGÓ.



Asco me da todo lo que ha montado este orejitas.


Aquí subo un texto titulado "Ecúmenicos" que aparecía hoy en el períodico El Pais. Su autor Juan José Millás. Breve, pero contundente, sin ambages. Para mí no tiene desperdicio.


"Estos de Batasuna es que no se enteran. Les bastaría con acogerse a la Cláusula Dragó para que les dejaran presentarse a las elecciones sin necesidad de condenar la violencia. Después de todo, el crimen es un asunto literario desde el principio de los tiempos. Imaginen qué habría sido de la Biblia sin la muerte de Abel. Así que no seamos estrechos, por favor, que vivimos presos de la puta corrección política, del buenismo idiota, del qué dirán. Menos mal que quedan intelectuales y políticos capaces de salirse del rebaño. Y es que a la literatura le quitas la novela criminal, la lucha armada y la pederastia y se queda en bragas, nunca mejor dicho. ¿Cabe imaginar una historia de las letras sin Henry Miller, sin Stephen Crane, sin Patricia Hihgsmith...?

¿Por qué una adolescente oriental puede devenir en un objeto en manos de un macho español y un adversario político no puede cosificarse en manos de un patriota vasco? ¿Qué forma de puritanismo es esa? ¿Es que no podemos dejar de inventar nuevas formas de censura, totalitarismos, de pensamientos únicos? ¡Mira que solidarizarse con las niñas (dos zorritas asiáticas) en vez de aplaudir al turista sexual, que se empleó con ellas de forma sucesiva cuando le sobraba testosterona y tamaño para atacarlas a la vez!


Como esos otros que en la guerra de Irak se identifican con las víctimas civiles y en la de España con los republicanos. ¿De qué nos sirve entonces haber leído a Nabokov, Enrich María Remarque, a Simenon? ¿Cómo es posible no darse cuenta de que cuando el alcalde de Valladolid imaginaba lo que haría con los "morritos" de una ministra del Gobierno de España (¡España!) estaba emulando a Garcilaso?


¡Menos mal que aún sabemos recibir como se merece a Benedicto XVI, jefe de un estado dictatorial, homófobo, misógino, y al que tanto debe la pederastia ecúmenica"

SUDANDO LA GOTA PATRIA


Me ha parecido muy curiosa esta imagen, aparecida hoy en el diario El Pais, así que he decido subirla al blog.
Son, como se ve al pie de foto, David Cameron y José Luis Rodríguez Zapatero sudando los colores nacionales por las calles de Seúl.
¿Sabría Cameron que Zapatero llevaría una sudadera de su país y decidió hacer lo mismo, con mensajito incluído, o sería Zapatero quien, al ser avisado por algún asistente del vestuario del primer ministro inglés, decidió subir las escaleras y enfundarse los colores patrios?

jueves, 11 de noviembre de 2010

FE DE ERRATAS Y PRIMERAS APORTACIONES AL CONCURSO.

Lo primero desenmascarar a la errata que se me ha colocado. Coger es con g y no con j. Lo siento.
Lo sengundo y más interesante, es que ya tenemos las primeras aportaciones al concurso. La primera es de Loic Pérez, compañero de trabajo:

Red Española de No-transporte Frecuentemente Encarecido.

Aquí va el segundo, de África, compañera de trabajo también:

Reunión de Entusiastas Necios de los Ferrocarriles Envilecidos.

Hay va otra mía , más agresiva:

Ratas Ejecutivas Nadan a Favor de la Empresa.

P.D: Por cierto, escuchando la radio me doy cuenta de que la información que he dado de las tarifas es incorrecta. Sí hay otra tarifa aparte de la turista, la preferente. Costará 143 euros la ida. Para la clase turista, si se compra la ida y la vuelta, el billete costará 128 euros.

Red de Estafadores Nacionales Favorecedores de la Especulación (RENFE)

No descubriremos las Américas al decir que la indignación ha sido y es uno de los motores más fiables para poner en marcha cualquier tipo de iniciativa. Bajo este poderoso ánimo encaro este pequeño comentario.


Hace unos minutos se han echo públicos los precios de los billetes de la futura línea de alta velocidad Madrid-Valencia. En efecto, crónica de una estafa anunciada. Con el eufemismo de billete turista - da igual el tipo de turista que seas, de tu nivel económico, te van a cobrar lo mismo, el billete "turista" costará 79 euros, que viene siendo, más o menos, el doble de lo que te cuesta ahora el regional. A golpe de democracia todos pagaremos lo mismo. No hay ni primera, ni segunda, ni tercera, que pará eso estamos en el siglo XXI. Tampoco habrá trenes con diferentes tarificaciones. Igualdad para todos.


Afortunadamente, los directivos de RENFE parecen tener algo de conciencia, concretamente mala, pues parece ser que pretenden lavarla un poco con las tarifas web y estrella, con las que nos podemos ahorrar hasta un 60 y un 40% si compramos los billetes con una antelación superior a 15 o siete días siempre y cuando haya poca demanda.


Para ir a Barcelona, que es el caso que mejor conozco, o anticipas el viaje si tienes posibilidad y suerte o tienes que pagar 115 euros en la tarifa turista más baja. Si cojes ida y vuelta te hacen un descuento del 20%. Es decir 200 euros ida y vuelta. ( Se me olvidaba mencionar el tren Estrella. 43 euros por viajar de noche durante más de 9 horas)


Queda claro el carácter democrático del progreso y las nuevas tecnologías, por lo menos en un aspecto; pagar pagamos todos. Lo de disfrutarlo....


Con este panorama, me gustaría crear un pequeño concurso. ¡Rebauticemos las siglas de RENFE!

Ahí va el mío: Red de Estafadores Nacionales Favorecedores de la Especulación.